La aplicación de los planes de igualdad en las empresas continúa el camino iniciado con la entrada en vigor del Real Decreto 901/2020, por el que se regulan estos planes y su registro. Desde marzo del pasado año, las compañías de más de 150 personas empleadas ya tienen la obligación de contar con este documento. De la misma manera, aquellas que superan los 100 trabajadores lo han diseñado para este 2021. Mientras que el plazo para las empresas de entre 50 y 100 termina en el tercer mes de 2022.
Pero, ¿de qué hablamos exactamente al referimos a un plan de igualdad? Sí, van más allá de ser una herramienta legal destinada a la eliminación de barreras laborales entre hombres y mujeres. Ayudan a mejorar las organizaciones en cuanto a su imagen, clima laboral y rentabilidad. Y lo hacen a través de una serie de puntos clave, negociados entre los sindicatos y empresarios con los Ministerios de Trabajo e Igualdad.
Dicho de otro modo, la inserción de un plan de igualdad trae consigo numerosas ventajas. Reducción del absentismo laboral, gracias a un mejor ambiente de trabajo; o disminución de la rotación de personal, como consecuencia positiva de las mayores posibilidades de conciliación, son algunos de sus múltiples beneficios. Sin olvidar la mejora del rendimiento y el aumento de las oportunidades para la retención de talento. Porque una igualdad real hace que las empresas sean más competitivas y permite que se adapten mejor a los cambios. Y además, disfruten de una mejor reputación frente a sus clientes y la sociedad en general.
Guía de elaboración
Para facilitar este proceso el Ministerio de Igualdad, publicó la ‘Guía para la elaboración de planes de igualdad en las empresas’. Esta proporciona una metodología práctica y sencilla con la que abordar con éxito el proceso de implantación de dichos planes. Se estructura en dos bloques: uno teórico, donde se explica el procedimiento de negociación y elaboración del plan. El segundo, de carácter más práctico, ofrece herramientas y modelos que las empresas pueden descargar y adaptar a su organización y necesidades.
El primer bloque se divide en cinco apartados: Puesta en marcha, Realización del diagnóstico, Diseño, aprobación y registro del plan, Implantación y seguimiento y Evaluación. En el segundo bloque se pueden encontrar las herramientas y modelos de apoyo para cada una de ellas.
Todos los contenidos se irán actualizando según se desarrollen los instrumentos y medidas previstas, en los reales decretos 901/2020 y 902/2020, sobre igualdad retributiva. La aplicación de estos puntos son parte del camino a seguir para reducir la brecha salarial de género en el mercado laboral, que en España se sitúa en torno al 22%.
Mecanismos de igualdad
Mismo sueldo para el mismo trabajo. O dicho de otro modo, con un plan de igualdad se busca fijar mecanismos para avanzar en conjunto bajo la misma vara de medir.
Para lograrlo, es necesaria la transparencia informativa, que se garantiza mediante un registro en el que las empresas detallen, por sexos, la media aritmética y la mediana en cada categoría laboral, grupos profesionales o puestos de trabajo. A esta información completa, los empleados podrán tener acceso a través de su representante legal.
Las exigencias de contar con equiparación económica caminan en paralelo a los requisitos en igualdad, con planes que deben negociarse con los representantes de los trabajadores o los sindicatos más representativos del sector. El incumplimiento de este proceso de adaptación completa de las empresas está penado con multas que oscilan entre 626 euros y los 6.250 en caso de infracciones graves, 187.515 euros de considerarse muy graves.
La meta de este proceso de transparencia es la igualdad laboral real. Con el objetivo final de terminar con la brecha laboral, en un contexto en el que las organizaciones valoren a sus personas por sus rendimientos profesionales.
Cumplimiento de los ODS
La implantación de los planes de igualdad son parte del proceso necesario para el cumplimiento de los Objetivos 5 (Igualdad de Género) y 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS). Una hoja de ruta aprobada por Naciones Unidas para lograr un desarrollo sostenible a nivel mundial y combatir el cambio climático, la desigualdad y la pobreza.
