El 63,2 % de los españoles cree que nuestra sociedad no es consciente del impacto que están provocando las mascarillas, guantes y geles desinfectantes en la naturaleza.
Según un estudio elaborado por More Than Research para el Proyecto Libera, dos de cada tres españoles desconocen el contenedor donde deben ser desechados estos residuos. Las mascarillas, guantes y geles son medidas higiénicas necesarias frente al virus SARS-COV-2, pero estos objetos cuentan con una vida útil muy reducida.
Las ciudades españolas ya están notando este creciente problema de basura derivada de la protección frente al coronavirus. Además, la COVID-19 ha provocado que muchos de los ciudadanos que habitualmente recogen basura en el rural hayan dejado esta labor, principalmente por miedo a un contagio.
¿Qué podemos hacer para minimizar su impacto en la naturaleza?
El reciclaje de las mascarillas es complicado ya que el virus puede sobrevivir hasta tres días en materiales plásticos y no existen puntos de recolección pública adecuados para la gran cantidad de ellas que se utilizan a diario. Parece una tarea cara y por la que pocos se sienten atraídos, aunque cada vez más empresas desarrollan sistemas de reciclaje para estos objetos.
La startup vasca Nantek es una de las últimas en desarrollar un sistema de reciclaje de mascarillas, que convierte estos residuos en combustibles sintéticos y otros productos químicos dirigidos a usos industriales.
Otra solución sería el diseño de mascarillas biodegradables, como las mascarillas FFP2 desarrolladas por el CSIC y fabricadas en Cataluña. Se pueden utilizar durante 48 horas seguidas e incluso más tiempo si no se usan de manera continuada, y pudiendo arrojarse al contenedor de basura orgánica una vez finalizada su vida útil.
Los límites de la legislación sobre plásticos
La Unión Europea aprobó en el 2020 una directiva sobre plásticos de un solo uso, que debe convertirse en ley a nivel nacional este año. Pero las mascarillas y guantes médicos no están incluidos en ella.
Con la llegada de la COVID-19, la asociación europea de convertidores de plásticos ha pedido que la legislación se retrase un año debido a la pandemia, pero Bruselas lo ha rechazado. Aun así, hay evidencias de que muchas empresas han regresado a los vasos de plástico de un solo uso debido a la situación sanitaria actual.
Zero Waste Europe advierte de que no se debería tener que elegir entre la protección del medio ambiente o la salud pública, ya que ambas son posibles a la vez sin tener que ser una a expensas de la otra.