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La ONU adopta un marco histórico para integrar el capital natural en los informes económicos

En un movimiento que puede remodelar la toma de decisiones y la formulación de políticas hacia el desarrollo sostenible, las Naciones Unidas han adoptado un nuevo marco que incluye las contribuciones de la naturaleza al medir la prosperidad económica y el bienestar humano.

El nuevo marco, denominado System of Environmental-Economic Accounting—Ecosystem Accounting (SEEA EA), fue adoptado por la División de Estadística de la ONU y marca un gran paso adelante que va más allá de la estadística comúnmente utilizada del producto interior bruto (PIB) que ha dominado los informes económicos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esta medida garantizaría, según el organismo europeo, que el capital natural –bosques, humedales y otros ecosistemas– sea reconocido en los informes económicos.

Los expertos enfatizan que, si bien una estadística como el PIB hace un buen trabajo al mostrar el valor de los bienes y servicios intercambiados en los mercados, no refleja la dependencia de la economía de la naturaleza ni sus impactos en la naturaleza, como el deterioro de la calidad del agua o la pérdida de un bosque.

El secretario general de la ONU, António Manuel de Oliveira Guterres, ha acogido “con satisfacción” la adopción del nuevo marco económico y medioambiental. “Este es un paso histórico hacia la transformación de la forma en que vemos y valoramos la naturaleza. Ya no permitiremos descuidadamente que la destrucción y la degradación del medio ambiente se consideren un progreso económico», subraya.

El nuevo marco también puede respaldar la toma de decisiones en dos conferencias cruciales a finales de este año: la COP15 sobre biodiversidad en Kunming y la Conferencia sobre el clima de Glasgow, COP 26.

Según un nuevo informe del PNUMA, «Hacer las paces con la naturaleza», la economía mundial se ha multiplicado casi por cinco en los últimos 50 años, en gran parte debido a que la extracción de recursos naturales y energía que ha impulsado el crecimiento de la producción y el consumo se ha visto triplicada. Durante el mismo tiempo, la población mundial se ha multiplicado por dos, hasta los 7.800 millones de personas, y, aunque en promedio la prosperidad también se ha duplicado, alrededor de 1.300 millones de personas siguen viviendo en la pobreza y unos 700 millones pasan hambre.

“Este es un gran paso adelante”, afirmó la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen. “El nuevo marco puede cambiar las reglas del juego en la toma de decisiones. Al resaltar la contribución de la naturaleza, ahora tenemos una herramienta que nos permite valorarla adecuadamente. Puede ayudarnos a lograr un cambio rápido y duradero hacia la sostenibilidad tanto para las personas como para el medio ambiente”.

La adopción se produce en un momento en que el cambio climático continúa su implacable marcha y el mundo está en camino de alcanzar nuevos máximos de calentamiento, subiendo al menos 3 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales para 2100. Según la Organización Meteorológica Mundial, 2020 fue uno de los tres años más cálidos registrados, y 2011-2020, la década más cálida. Esto sumado a la pérdida de la biodiversidad y la integridad de los ecosistemas, junto con el cambio climático y la contaminación, “socavará nuestros esfuerzos”, afirma Naciones Unidas, en el 80% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Sin embargo, prosigue en un comunicado, “los países continúan tomando decisiones sobre la economía sin tener en cuenta los impactos ambientales”. Los gobiernos siguen destinando más de 5 billones de dólares en subsidios anuales a los combustibles fósiles, la agricultura y la pesca no sostenibles, las energías no renovables, la minería y el transporte.

“Los gobiernos del Convenio sobre la Diversidad Biológica se preparan para acordar e implementar un marco que reformulará nuestra relación con la naturaleza y proporcionará un impulso para una contabilidad precisa del valor de la biodiversidad”, apunta Elizabeth Maruma Mrema, Secretaria Ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica. «Hacerlo es un paso hacia el desarrollo sostenible».

El nuevo marco reconoce que los ecosistemas brindan servicios importantes que generan beneficios para las personas. En esencia, son activos que deben mantenerse, similares a los activos económicos. Por ejemplo, los bosques desempeñan un papel en el suministro de agua limpia a las comunidades, sirviendo como filtros de agua natural con árboles, plantas y otras características, como la profundidad del suelo, que ayuda a absorber la contaminación por nutrientes como el nitrógeno y el fósforo antes de que pueda fluir a arroyos, ríos y lagos.

Más de 34 países están compilando cuentas de ecosistemas de forma experimental. Con la adopción de las nuevas recomendaciones contables, la ONU espera que muchos más países comiencen a implementar el sistema, aunque un número significativo necesitará asistencia y recursos adicionales para la recopilación de datos estadísticos.

Más información sobre el nuevo marco, aquí.

#MakeNatureCount

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